
Es cierto que toda empresa debe llevar una contabilidad de acuerdo a las normas tributarias y comerciales, y cuando los negocios empiezan a crecer se enfrentan a la necesidad de contar con estados financieros certificados, para gestionar préstamos bancarios, los cuales no son dados si la empresa no cuenta con esta información. Por lo cual se requiere buscar contadores profesionales cada vez más calificados para cumplir estos requerimientos.
Pero ¿Qué sucede en los casos cuando queremos iniciar una empresa o somos freelancer? Aquí te contamos por qué necesitas un contador:
Eres Freelancer
Este modelo laboral se hace más común, pero no es tan simple llevar un balance adecuado de tus finanzas y los aportes a parafiscales. Y cuando se trata de la declaración de renta, esto puede ser un dolor de cabeza. Para esto, un contador puede ayudarte a realizar un estado financiero, e incluir aquello que pueda ser deducible y que te ayudarán a bajar impuestos. Además de mantenerte al día de cambios fiscales que te puedan favorecer.
Eres emprendedor: Comenzando tu propio negocio
Estás dando vida a un nuevo negocio y en esta etapa es mejor comenzar de cero con todas la de la ley, por eso un contador es fundamental, ya que te puede ayudar a elegir la estructura de negocio más adecuada para ti, el acompañamiento para la inscripción de los libros contables ante la DIAN, la composición accionaria firmada por el contador, además de un plan estratégico mensual que te llevará al crecimiento empresarial.
Quieres que alguien invierta en tu startup
Antes de presentar tu plan de negocio al inversionista soñado, asesórate de un contador, te dará claridad de los números y tendencias fiscales que te ahorrarán dinero en un futuro, esto lo verá con buenos ojos tu inversionista y aumentarás tus probabilidades con él.
En definitiva, el contador es clave en cualquier proceso que quieres emprender, porque posee una perspectiva más global y estratégica de las competencias que tiene tu negocio y de las oportunidades a las que puedes acceder, leyendo tus estados financieros, balances, impuestos y declaraciones. Él es el que tiene la radiografía de la empresa y podrá determinar o qué tan grave es el asunto o que tan fuerte es la empresa.